Hasta la semana pasada nos hemos centrado en dos de las tres grandes transformaciones que persigue el nuevo Marco para el conjunto del sistema portuario en el horizonte del año 2030: la digital y la energética. Nos quedaría entonces la que en realidad, permitirá en último término que las anteriores resulten posibles: la transformación del capital humano. Veamos lo que dice al respecto el documento aprobado ya en su introducción:
"Conforme al marco legal que regula el sistema portuario de interés general, corresponde al Marco Estratégico del sistema portuario, fijar las necesidades de sus recursos humanos. Obedece este precepto a una lógica correlación entre los objetivos que se persiguen y los recursos que se requieren para alcanzarlos. Es preciso dejar claro que sin una sustancial renovación y reestructuración del capital humano de los organismos portuarios no será posible alcanzar las metas establecidas en el propio Marco Estratégico. La profunda transformación de las actividades y procesos dígito-operacionales, energético-ambientales y socio-estructurales, necesaria para hacer frente a los desafíos que se presentan a medio plazo, obliga a reorientar con urgencia el talento y las capacidades de las personas que trabajan en el sector público portuario para acomodarlas a nuevos perfiles avanzados."
El Marco hace hincapié en la necesidad de una capacitación constante. La evolución tecnológica y la sostenibilidad requieren que las personas desarrollen nuevas habilidades, desde el uso de plataformas digitales hasta la gestión eficiente de recursos sostenibles. La clave estará en tener personal que pueda adaptarse a estos cambios.
Además, se promueve la formación continua en competencias digitales. Algo que resulta indispensable para mantener la competitividad del sistema al ritmo que demandan tecnologías que avanzan a toda velocidad.
Atraer y retener talento será el pilar sobre el que poder edificar un sistema portuario renovado sobre las bases del actual. Para que el sistema pueda evolucionar, necesitará profesionales que aporten ideas y experiencia en áreas clave. Será crucial crear un entorno que incentive su desarrollo en condiciones que hagan que quieran formar parte del futuro de cada uno de los puertos. Los puertos deben convertirse en lugares donde el talento quiera desarrollarse y contribuir a su progreso.
Finalmente, el Marco sugiere fomentar una cultura organizacional adaptativa. Los puertos deben ser flexibles y abiertos a la innovación, permitiendo que las personas puedan experimentar, aprender de nuevas tecnologías y colaborar en la búsqueda de soluciones eficientes. Una cultura que apoye la adaptación al cambio asegura que las transformaciones, ya sean contingentes o permanentes, se implementen sin obstáculos. La innovación requiere una mentalidad dispuesta a cambiar, aprender y colaborar.
Creemos que invertir en capital humano es tan importante como invertir en infraestructura. Sin personas preparadas y motivadas, las innovaciones tecnológicas y las mejoras en sostenibilidad no tendrán el impacto deseado. Es necesario un equilibrio entre tecnología y talento para construir un sistema portuario fuerte y resiliente.
¿Cómo afrontáis vosotros estos retos en el área de los recursos humanos en vuestro puerto? No dejéis de escribirnos si os apetece compartir vuestra opinión. Nos encantará hacernos eco de lo que nos hagáis llegar sobre este asunto.
¡Hasta la próxima semana!
El blog de Bases Portuarias recoge la actualidad de la firma junto con temas relacionados con el mundo de la empresa y su gestión en general. Se actualiza, semanalmente - intentamos que coincida con los martes o los míercoles-, con una nueva entrada.
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Eduardo Oviedo es el Director y fundador de Bases Portuarias. Emprendedor, cree en la tecnología como medio para resolver problemáticas de negocio. Estudió CC. Empresariales y tiene un Master en Transporte y Gestión Logística por la Universidad de Oviedo. Ha trabajado en las Autoridades Portuarias de Barcelona y de Gijón así como consultor.